Cada 26 de noviembre, se celebra a nivel internacional el Día de la Enfermería Comunitaria promovido por la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC), una jornada dedicada a reconocer la labor de las profesionales que, desde centros de salud, escuelas y hogares, sostienen los pilares de la atención primaria. Esta fecha nos invita a valorar el trabajo silencioso y constante de las enfermeras comunitarias, cuya cercanía y compromiso hacen posible la promoción de la salud y el bienestar en nuestras comunidades.
Enfermería comunitaria: cuidar desde la cercanía
La enfermería comunitaria es la columna vertebral del sistema sanitario en el territorio. Su labor se desarrolla fuera del hospital, en contacto directo con las personas y sus entornos. Estas profesionales:
- Realizan visitas domiciliarias y acompañamiento a lo largo del ciclo vital.
- Intervienen en escuelas, campañas de vacunación y programas de salud mental o cronicidad.
- Fomentan la educación para la salud y la prevención de enfermedades.
- Promueven entornos saludables y equidad en salud.
A pesar de su importancia, muchas enfermeras comunitarias ejercen con recursos limitados y sin la visibilidad que merecen. El Día de la Enfermería Comunitaria es, por tanto, una oportunidad para reconocer su valor esencial y poner en evidencia la labor que transforma la salud desde lo local.
Una oportunidad para visibilizar y aprender
Aunque la celebración se centra en la labor de las enfermeras actuales, es recomendable también conocer y difundir historias que rescaten la memoria de figuras históricas de la enfermería. Proyectos como Enfermeras Invisibles recuperan la trayectoria de mujeres pioneras que revolucionaron la salud pública y sirven de inspiración para nuevas generaciones. Conocer estas historias ayuda a reforzar la importancia del trabajo comunitario y a visibilizar un sector clave de nuestra sanidad.
Conclusión: celebrar, reconocer y fortalecer la salud comunitaria
El Día de la Enfermería Comunitaria (DIEC) no es solo un gesto simbólico: es una invitación a mirar con atención y gratitud el trabajo cotidiano de quienes cuidan desde lo local. Cada visita domiciliaria, cada campaña de prevención o programa educativo es una contribución a un sistema sanitario más justo, equitativo e inclusivo. Este 26 de noviembre, celebremos el compromiso, la cercanía y la dedicación de las enfermeras comunitarias y apoyemos iniciativas que promuevan su visibilidad y legado.



