Hoy, 10 de octubre, se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental. Esta jornada nos invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestro bienestar emocional, psicológico y social. Es una fecha que subraya que la salud mental no es un privilegio, sino un derecho fundamental y un pilar esencial para salvaguardar la dignidad humana.
Desde «Enfermeras Invisibles» queremos destacar el papel esencial, y a menudo poco reconocido, de nuestra profesión en el ámbito de la salud mental. Ellos y ellas son quienes, más allá de los diagnósticos y terapias, acompañan, apoyan, alivian, educan y, fundamentalmente, cuidan.
El papel de las enfermeras en la salud mental
Las enfermeras y enfermeros tienen un papel fundamental en diversos aspectos:
- Establecen un vínculo terapéutico con personas en momentos vulnerables.
- Detectan cambios emocionales que pueden indicar riesgo o deterioro.
- Acompañan en procesos extensos de recuperación, rehabilitación o reintegración social.
- Crean ambientes seguros, de escucha, empatía y contención.
A pesar de su evidente y crucial papel, su presencia en los libros de historia es prácticamente nula.
¿Cómo conecta esta problemática con el proyecto Enfermeras invisibles?
El proyecto de Olga y Vanessa tiene como objetivo principal recuperar las voces de enfermeras históricamente invisibilizadas. Sus publicaciones no sólo rescatan biografías, sino que buscan inspirar a estudiantes de Enfermería, profesionales y al público en general. La intención es que se comprenda que la Enfermería es una disciplina humana, emocional y crucial para la salud mental, más allá de ser una mera profesión técnica.
No hay que olvidar que detrás de cada cuidado, cada escucha y cada gesto que sostiene una vida afectada por alteración de la salud mental, hay una enfermera o enfermero. Aunque la mayoría de las veces su trabajo sea invisible, su labor es crucial para que la persona no se sienta sola.



